Ozzy Osbourne: muere el ícono del heavy metal tras un último adiós inolvidable este 22 de julio de 2025
Ozzy Osbourne
Ozzy Osbourne muere a los 76 años tras su último concierto en Birmingham. Un repaso íntimo a su trayectoria, despedida y eterno legado.
Ozzy Osbourne: muere el ícono del heavy metal tras un último adiós inolvidable
Tabla de contenidos
Ozzy Osbourne y su impacto irremplazable en la música
La muerte de Ozzy Osbourne, ocurrida el 22 de julio de 2025, marca el final de una era que cambió la historia del rock y el metal para siempre. Con 76 años, el artista británico deja tras de sí una carrera llena de excesos, resurrecciones artísticas y una influencia que abarca generaciones enteras.
La historia de Ozzy Osbourne con Black Sabbath
Mi primer contacto con la música de Ozzy fue, como el de muchos, a través de Black Sabbath. Estaba en casa de un primo cuando escuché por primera vez War Pigs. Tenía 14 años. La voz de Ozzy atravesaba la distorsión de las guitarras como un cuchillo místico. No era un cantante común: era un profeta sombrío.
Con Sabbath, Ozzy Osbourne dio forma a lo que hoy entendemos como heavy metal, desde sus letras oscuras hasta su estética provocadora. No era solo música: era una atmósfera.
La carrera solista de Ozzy Osbourne: caos, reinvención y gloria
Expulsado de Sabbath en 1979, lejos de caer, Ozzy resurgió con Blizzard of Ozz (1980), dando al mundo clásicos como Crazy Train y Mr. Crowley. Entre leyendas (como morder la cabeza de un murciélago en pleno escenario) y una vida marcada por las drogas, su figura trascendió lo musical.
A pesar de los escándalos, el talento seguía ahí. En los años 2000, lo vimos en The Osbournes, una especie de reality tragicómico que mostraba al monstruo convertido en padre de familia. Pero incluso ahí, Ozzy Osbourne seguía siendo fascinante. Impredecible. Auténtico.
El concierto de despedida de Ozzy Osbourne en Birmingham
Cuando Ozzy anunció su retiro definitivo, muchos pensaron que no volvería a pisar un escenario. Sin embargo, en mayo de 2025, ofreció un último concierto en su ciudad natal: Birmingham. Yo estuve allí. Lo que presenciamos no fue un espectáculo cualquiera, sino una ceremonia de cierre. Un acto íntimo y masivo a la vez.
Ozzy Osbourne se despide con emoción y humanidad
Apareció en el escenario ayudado por bastones, rodeado de músicos que parecían cuidar cada uno de sus pasos. Se notaba su fragilidad, pero también su voluntad de estar ahí. Cada palabra que pronunciaba entre canciones era un suspiro de gratitud.
Durante Goodbye to Romance, el público lo acompañó en un coro que rompía el pecho. Y al final, con Mama, I’m Coming Home, Ozzy Osbourne pareció quebrarse. No fue un adiós teatral, fue real. Fue humano.
Un legado sellado en vivo
Ver a Ozzy Osbourne decir adiós en el mismo lugar donde su historia comenzó fue una experiencia casi espiritual. No estaba ahí para demostrar que seguía siendo el de antes. Estaba ahí para cerrar un ciclo, para abrazar su historia y despedirse con el público que lo convirtió en leyenda.
Reflexiones sobre la muerte de Ozzy Osbourne y su legado
Con la muerte de Ozzy , el rock pierde más que una voz: pierde a un símbolo de resistencia, de locura creativa, de contradicción hermosa. Pocos artistas han sabido moverse entre el mito y la verdad como él. Entre el grito y el susurro.
Ozzy Osbourne es eterno
El dolor por su partida es inevitable, pero también lo es la certeza de que Ozzy vivirá mientras su música suene en una guitarra distorsionada, en los vinilos heredados, en los videos de YouTube que se verán dentro de veinte años.
No fue perfecto. Pero tampoco lo necesitaba. Era Ozzy. El Príncipe de las Tinieblas. El hombre que hizo del caos una obra de arte. Y ahora, ese caos descansa. Aunque nosotros aún sigamos cantando.
